Empresarios y sindicatos definen estrategias para capear la crisis

Empresarios y sindicalistas preparan sus estrategias para afrontar la crisis internacional que, coinciden ambos, ya aterrizó en Uruguay y se está reflejando en una fuerte alza en las solicitudes de seguro de paro.

"Desde el año pasado anunciamos que se iban a ver efectos colaterales de la crisis internacional cuando el mismo gobierno las desestimaba", dijo a El País el coordinador del Pit-Cnt, Juan Castillo.

Ayer el Secretariado Ejecutivo del Pit-Cnt analizó "las primeras señales de aterrizaje" en Uruguay de la crisis internacional a partir de lo que está sucediendo con algunas industrias privadas, en particular en los sectores de frigoríficos, automotor, textil y curtiembres.

El Secretariado Ejecutivo resolvió solicitar una entrevista al denominado "gabinete productivo", conformado por los ministros de Trabajo, Ganadería, Industrias y Economía y el director la Oficina de Planeamiento y Presupuesto.

Con respecto a las alternativas que se manejan, Castillo dijo que "hay que ver cuánto hay de crisis efectiva y cuánto de ajuste de cuentas de algún sector empresarial. Queremos tener certezas de que si se están realizando despidos o envíos masivos al seguro de paro sea como consecuencia de que esta industria está sometida a los efectos de la crisis. No tenemos ningún problema en sentarnos a discutir, estamos en contra de solo ser testigos presenciales de resoluciones que tomen algunos empresarios".

Castillo dijo que quieren "escuchar al gobierno para saber qué proyecciones y prevenciones tiene de nuestras preocupaciones, nos interesa saber sobre la situación de nuestros socios."

Con respecto a la relación laboral, Castillo enfatizó que "cuando hay problemas en el sector empresarial tiene que ser negociado y discutido".

Reclamó que lo primero no sea despedir trabajadores y que se analicen otras formas de acotar los presupuestos de las empresas.

Por su parte, el presidente de la Cámara de Industrias, (CIU), Diego Balestra, dijo que "la crisis se previene tratando de que no impacte en la competitividad de las empresas". Balestra admitió que "el escenario que se viene no es el mejor" y que "si no se toman algunas medidas, como las que se tomaron en su momento, de apoyo al sector industrial, va a costar en puestos de trabajo, el ajuste va a venir por ahí".

"Este es un problema de contención de quienes fomentan este tipo de actividades, todo depende hasta dónde se quiera llevar. Los cuatro principales mercados del país están a la baja, el tema es la duración de la caída, ahí veremos la profundización de la crisis", dijo el presidente de la CIU.

Autopartistas. Uno de los conflictos que en estos días viene despertando polémica es el de la autopartista Somil, que debió enviar a 40 funcionarios al seguro de desempleo luego de la pérdida de dos líneas de venta en Argentina.

Los empresarios y trabajadores de Nordex y Somil aguardaban ayer la citación del MTSS para desarrollar negociaciones que determinen el futuro de la ocupación de las únicas plantas automotrices en territorio nacional.

En tanto, el sindicalista Pablo Salomé, del Untmra, dijo que hay trabajadores de Nordex que están sindicalizados y se sumaron a la ocupación en solidaridad con sus vecinos. Remarcó que la principal diferencia con la empresa es el envío a seguro de paro de un grupo de trabajadores sin haberlo consultado antes con ellos.

En la planta de Oferol también hubo envíos al seguro de paro, pero allí no hubo ocupaciones como consecuencia de que la empresa aceptó negociar previamente con el sindicato.

La comisión representativa de los trabajadores de Nordex (Corenor), un sindicato reconocido por la Dirección Nacional de Trabajo, interpondrá hoy un recurso de amparo contra los ocupantes de la planta de Somil, ya que no les permiten ingresar a sus puestos de trabajo. Según el sindicalista Marcelo Valiente, de Corenor, unos pocos ocupantes pertenecientes a la empresa Somil impiden el ingreso a los puestos de trabajo a los 180 trabajadores de Nordex.

Los empresarios advirtieron que esta ocupación puede provocar la pérdida de importantes oportunidades ya que "si no se cumplen los plazos del poco trabajo que queda vamos a perder más mercados".

Denuncias. Los ocupantes recibieron dos denuncias policiales, según reveló un alto jerarca empresarial, una porque presuntamente atacaron a un guardia que se interpuso en su camino, cosa que fue desmentida por los ocupantes, que admitieron que "tal vez algún compañero lo insultó pero no hubo golpes". Mientras que la otra fue radicada por la empresa Somil por la ocupación en sí misma y por destrozos que produjeron los empleados en el momento de ingresar a la planta de Somil y luego en la ofician de personal.

"No hay buenas señales"
El presidente de la CIU, Diego Balestra, reconoció que las relaciones laborales en medio de la crisis no son sencillas. Señaló que es necesario profundizar el diálogo, y reflexionó que "el habla es lo que nos diferencia de otras especies. Pero también nos diferencia cuando la agresión es muy fuerte. Hasta ahora cada vez que los sindicatos se han referido a los empresarios los han denostado".

"En uno de los últimos actos frente a la CIU no se escucharon cosas muy agradables. A veces es muy difícil el diálogo cuando la contraparte se refiere de la peor manera", dijo el industrial.

Señaló que "nunca se escuchó a un dirigente empresarial insultar a un sindicalista, mientras que lo contrario es muy corriente".

Balestra dijo que el gobierno "ha planteado una política laboral con la que nosotros discrepamos y no ofrece buenas señales. Se ha regulado mucho hacia los empresarios y no para los sindicatos, lo que ha provocado una cierta rigidez en la relación que ya está muy complicada. Además, las dos partes creen tener la razón en el problema".

"No sabemos lo que puede pasar, estamos en un escenario recesivo, de regresión, si las empresas no tienen condiciones de producir van a cerrar, apostamos a que se tomen medidas que atemperen el impacto." Por otro lado, "el gobierno tiene un gasto corriente muy alto, probablemente la recaudación va a bajar y eso va a traer problemas. Nadie puede saber si esto cambia mañana y empezamos a crecer o seguimos cayendo".

Efectos de la crisis
Los niveles de solicitudes al seguro de desempleo llegan hoy a los que se registraron en mayo de 2002, cuando Uruguay estaba ingresando en su peor crisis financiera. Entonces las solicitudes treparon a 7.481.

El año 2008 cerró con 7.536 solicitudes al seguro de desempleo, confirmando una tendencia que comenzó hace unos meses cuando de septiembre a octubre pasó de 4.630 a 6.278. La cifra de cierre de 2008 es un 39% mayor a la de hace un año, cuando estaban en 5.412.

En los últimos dos años el promedio de solicitudes se había mantenido en el entorno de las 4.000 por mes.

A diciembre había 23.078 beneficiarios del seguro de desempleo, lo que representa un incremento de 17,6% respecto a los 19.618 que había en el mismo mes de 2007. Pero la cifra es menor si se compara con 2002 en que eran unos 42.000 los beneficiarios.

En diciembre se sumaron 1.034 personas a la cobertura de las que había en noviembre y 3.460 si se compara con igual mes de 2007.

"Después de un año de estabilidad ha empezado a crecer en los últimos tres meses la cantidad de trabajadores en el seguro de paro y eso está relacionado con la crisis", dijo el vicepresidente del BPS, Ariel Ferrari.

Juan Castillo. Coordinador de la central obrera Pit-Cnt.


Pablo Melgar

El País Digital